El desperdicio de alimentos es un problema que afecta al medio ambiente y también a la economía y a la ética. Cada año, miles de millones de toneladas de comida son tiradas a la basura, mientras que todavía hay parte de la población que pasa hambre.
Es necesario que consumidores, supermercados, restaurantes y hoteles nos comprometamos a reducir este derroche.
Desde Yaya’s Consulting queremos aportar nuestro granito de arena compartiendo buenas prácticas y consejos para que entre todos reduzcamos la cantidad de desperdicio.
Consumidores responsables
Los consumidores desempeñamos un papel fundamental en la lucha contra el desperdicio de alimentos, pero ¿qué podemos hacer nosotros y nosotras?
Planificar las compras: Hacer una lista de la compra y planificar las comidas con antelación ayuda a adquirir sólo lo que se necesita. Evitar las compras impulsivas reduce la probabilidad de que los alimentos se queden olvidados en el fondo de la nevera.
Comprar alimentos imperfectos: Muchos alimentos no los compramos porque no los vemos “bonitos”. Estos productos con pequeños defectos suelen conservar sus propiedades y nutrientes, aunque no se vean tan estéticos y es una excelente forma de reducir el desperdicio.
Almacenamiento adecuado: Aprender a almacenar los alimentos correctamente es una solución para que duren más. Usar recipientes herméticos, etiquetar las fechas de caducidad y mantener la nevera organizada es un buen comienzo.
Reducir las porciones: Servirse porciones más pequeñas y evitar llenar el plato más allá de lo que se puede comer es una práctica clave para no generar sobras.
Reutilizar y reciclar: Pero, si sucede, podemos aprovecharlas para crear nuevas comidas, además de evitar comprar más cantidad.
Supermercados comprometidos
Los supermercados son una parte muy importante en la cadena de alimentos, ¿y qué pueden hacer ellos?
Ofertas responsables: Evitar la promoción excesiva del 2×1 (compra uno y llévate otro gratis) para reducir las compras impulsivas.
Donaciones: Establecer programas de donación de alimentos no vendidos a bancos de alimentos y organizaciones benéficas locales.
Etiquetado claro: Proporcionar información clara sobre la fecha de caducidad y de consumo preferente y explicar qué significa cada una.
Restaurantes sostenibles
Los restaurantes tienen la oportunidad de liderar el camino hacia la reducción del desperdicio de alimentos. Algunas prácticas que os proponemos desde Yaya’s Consulting son:
Menús sostenibles: Ofrecer opciones de menú más pequeñas y avisar a los clientes las cantidades que manejan (raciones grandes, medias raciones…).
Compostaje: Consiste en utilizar los restos de las comidas para convertirlos en abono natural, que ayuda a reducir el desperdicio que va a vertederos.
Comunicación con el personal: Asesorar al personal sobre la importancia de reducir el desperdicio y cómo pueden contribuir.
Comprar localmente: Favorecer la compra de productos de cercanía y de temporada reduce la posibilidad de exceso de inventario y, además, ayuda al comercio de barrio.
Hoteles comprometidos
La industria hotelera también puede tomar medidas para unirse a esta lucha:
Buffets sostenibles: Realizar encuestas a sus clientes para saber qué les gusta y qué no del buffet y hacer análisis de lo que se tira para ir mejorando poco a poco las cantidades ofrecidas.
Porciones adecuadas: Ofrecer diferentes opciones de cantidad (media ración o medio menú) y facilitar el take away (para llevar).
Donaciones: También los hoteles se pueden sumar a esta iniciativa solidaria.
Formación del personal: Ofrecer cursos al personal sobre la importancia de reducir el desperdicio y proporcionar pautas claras sobre cómo lograrlo.
Conclusión
La reducción del desperdicio de alimentos es un esfuerzo conjunto. Adoptar buenas prácticas en cada etapa de la cadena de suministro es esencial para abordar este problema global.
Cuando logramos hacer estas cosas bien, podemos ahorrar dinero y recursos y, lo que es más importante, ponemos nuestro granito de arena para hacer este mundo mejor, porque como bien dice el dicho: El futuro depende de lo que hacemos en el presente.
